inicio quienes somos historia columna publicaciones miscelaneas entretenimientos contactenos  
 

GOLES Y APUNTES

ES JUSTO Y NECESARIO
Hace 46 años, Perú clasificó por derecho propio a un Mundial de Fútbol (México 70) tras rubricar el 31 de agosto de 1969 en Buenos Aires, el memorable e inolvidable 2-2, con los goles de Oswaldo “Cachito” Ramírez, el “Verdugo de la Bombonera”.
Digan lo que digan, esa brillante generación capitaneados por Héctor Chumpitaz, jamás pasará al olvido así surja otra superior a ese grupo. Y es que no solo alcanzaron ese lauro; en el mismo Mundial demostraron su valía. Ocuparon el séptimo casillero en la tabla final y alcanzaron el Fair Play. Cultivaron el mejor fútbol del planeta al lado de Brasil, a la postre el campeón.
Por eso y mucho más siempre se les verá rutilantes y no nos cansaremos de homenajearlos.
A la nueva selección de Gareca, ad portas al desafío por ir al Mundial de Rusia, ojalá se ilustren con algo de lo hecho por ellos y traten de mirarse en ese espejo.
DE CARNE Y HUESO
Oswaldo Ramírez, goleador por naturaleza propia, demostró su vena con sangre caliente y de cabeza fría, la tarde del 31 de agosto en la Bombonera de Boca Juniors. No arrugó y se creció en cada acción, en ese recinto ubicado en el corazón del pueblo bonaerense, y signado como un reducto inexpugnable para cualquier equipo que allí se parase a enfrentar al dueño de casa.
Lo firmado esa tarde fue producto del esfuerzo de todo el grupo que, cual verdadera familia, se comportó en los partidos eliminatorios por la clasificación. Claro que cada uno de ellos parecían cincelados para elevarlos a la talla de súper atletas. Pero no eran tanto así, porque todos fueron como cualquier humano: de carne y hueso.
DIDI EL GRAN ESTRATEGA
Héctor Chumpitaz, el gran capitán, se refiere a este grupo, como la mejor expresión de ser una sólida unidad, donde todos los integrantes del plantel eran titulares, muy bien dirigidos por Waldir Pereyra, “Didí”, un estratega, psicólogo, padre, y amigo magnánimo dentro y fuera del campo.
“Y no éramos nada santos”, alguna vez me aseguró “Cachito” Ramírez. Porque en aquel grupo “todos eran bravos, pero bravos de verdad, con la pelota en los pies y sin tenerla también”.
Sin embargo al frente de ellos estaba “Didí” que a cada uno los conocía como a la palma de su mano, y su sola palabra y/o mensaje dado, era captado y aplicado cual copia fiel al original, a la hora de entrar al fragor del juego.
MUCHO POR ESCRIBIR
Cuando se habla y escribe sobre la dirección y conducta de un equipo de fútbol para describir a sus éxitos y fracasos hay muchas maneras de hacerlo. Hay quienes priorizan la teoría. Otros la práctica. De pronto lo mejor sería conjugar ambas vertientes. O mucho más. Seguro que sí.
Pero lo cierto y real del caso es que el modelo de nuestros mundialistas de México 70, si hasta hoy están vigentes, es porque aquella vez se aplicó con tino y sabiduría, el camino a seguir por un equipo ganador como lo fueron esos muchachos.
Entonces, ¿por qué no repasamos esa historia, y aplicamos todo lo mejor de ellos? Seguiremos.

DEL BRONCE AL MUNDIAL
De la obtención de la medalla de bronce en la Copa América de Chile 2015, luego del claro e indiscutible 2-0 sobre Paraguay; y la natural satisfacción que tal resultado significa, también es válido indicar que de aquí al Mundial de Fútbol del 2018, hay mucho camino por recorrer. Por tanto, hay que pisar tierra firme, ser cautos y exhibir la cordura necesaria. ¿Por qué? Veamos.
El camino recorrido de la selección bicolor en la Copa América de Chile fue: perdió 1-2 con Brasil, le ganó 1-0 a Venezuela y empató 0-0 con Colombia en la primera fase. En cuartos de final eliminó a Bolivia 3-1; y, en semifinales cayó 1-2 con Chile. En el partido final por el tercer puesto ganó 2-0 a Paraguay. De seis partidos jugados ganó 3, empató 1 y perdió 2. Anotó 8 goles a favor y recibió 5 en contra.
El porcentaje indica que alcanzó el 50% de la máxima puntuación. Tiene el 1.33% de goles a favor por partido jugado y el 0.83% de goles recibidos en contra por encuentro disputado.
Hay quienes dicen que los números y las matemáticas no sirven en el fútbol. Para nuestra óptica si tiene asidero firme. ¿Por qué? Pues como reza el refrán, en el fútbol la mejor defensa es el ataque. Y claro. Un equipo que tenga una base sólida siempre enfrentará al rival de turno con la mira fija en el arco contrario. Y si así lo hace, de seguro el triunfo será su mejor aliado. En consecuencia, sus promedios de suma, restas y divisiones, serán más altos que el porcentaje aquí mostrado por el equipo nacional.
No queremos opacar el legítimo tercer puesto de los nuestros en esta Copa América. Pero en el mismo torneo jugado en Argentina el 2011, se consiguió tal laurel. El tercer puesto. Solo que a la hora de las eliminatorias al Mundial de Brasil 2014, nos quedamos varados.
Dicen que las comparaciones son odiosas. En este caso creo que nos pueden dejar más de una doble lección que debemos corregir y aprender. En la Copa América 2011 perdimos con Chile en la primera fase, ganamos a Colombia en cuartos de final y luego caímos con Uruguay en semifinales. Al Mundial de Brasil, asistieron Chile, Uruguay y Colombia luego que los cafeteros dieran un golpe de timón en la conducción técnica y suplantaron a Hernán Darío Gómez por José Peckerman.
Esta vez en Chile, los nuestros superaron a Venezuela, Bolivia y Paraguay. Empataron con Colombia y se perdió con Brasil y Chile. Es decir, sumamos con equipos que a excepción de Colombia estuvieron fuera del último mundial, y caímos con quienes estuvieron en Brasil 2014.
En Octubre arrancan las eliminatorias, hay tiempo para trazar un mejor camino que la anterior eliminatoria mundialista, donde terminamos en sétimo lugar arriba de Bolivia y Paraguay que fueron últimos. Ahora que sellamos nuestra participación en la Copa América de Chile, lo mejor será dar vuelta a la página y prepararse con mayor dedicación y sacrificio a lo que vendrá.

SOLO NOS QUEDA EL BRONCE
Perder siempre es doloroso y deja un sabor amargo. Pero caer frente a Chile 2-1, provoca una sensación más sombría. Y todo por la irresponsabilidad de Carlos Zambrano al dejar a sus compañeros en inferioridad numérica al ganarse la tarjeta roja a los 20’ de iniciado el compromiso. Allí se trastocó todo. Porque pese al enorme esfuerzo, el equipo patrio vendió caro su revés. O en todo caso, los dueños de casa la sacaron barata, para arribar a la final de la Copa América.
El cuadro blanquirojo cuando estuvo completo mostró una fuerza de mucho equilibrio táctico, poniendo en más de un aprieto a los mapochinos. Con la merecida expulsión de Zambrano, aun cuando el técnico nacional, el argentino Ricardo Gareca, no lo quiso acusar, su cuidadoso plan de acción se desordenó por completo. Se vio en la necesidad de hacer un replanteo en el funcionamiento de sus dirigidos, tratando de mantener la misma compostura.
Sin embargo el conjunto bicolor desdobló esfuerzos y en muchos pasajes le disputó de igual a igual, la supremacía del partido. Una muestra fue la transitoria igualdad 1-1 que, aunque no duró mucho, sirvió para que la escuadra peruana saliese con la frente en alto.
En el plano individual, Luís Advíncula lució un gran nivel en su función defensiva, y con superlativo apoyo en ataque como que fue el gestor directo para el tanto peruano. Ascues, joven central defensivo fue también un gran valor, lo mismo que Ballón en el medio campo. Entre los experimentados, Paolo Guerrero fue el atacante más peligroso. André Carrillo se comportó con acierto y Jefferson Farfán pareció perder potencia y explosión por el doble desgaste al que se vio sometido tras la expulsión de Zambrano.
En fútbol, los errores siempre suelen pasar la factura. Y lo sucedido frente a Chile es un ejemplo más. Sí se pudo llegar a la final de haber jugado todo el partido con equipo completo, es algo que nunca se sabrá. Ahora solo queda el consuelo de buscar la medalla de bronce.

AHORA, POR EL ZARPAZO
Firmes y seguros, como no se veía hacía buen tiempo a un representativo patrio, pero conservando una compostura y respeto al rival de turno, el equipo bicolor eliminó a Bolivia sin discusión alguna y ahora con la moral al tope y una fe a prueba de balas, arribó a la semifinal de la Copa América de Chile donde irá por cosas mayores.
En el fútbol y en la vida todo es posible, y si bien los jugadores de la escuadra nacional van de menos a más, pero en permanente ascenso, es justo destacar la mano del técnico nacional, el argentino Ricardo Gareca, por ser capaz de hacer funcionar al seleccionado como un equipo.
La falta de tiempo, el principal enemigo para armonizar una mejor escuadra vía el diario entrenamiento, ha sido compensado con la madurez de los jugadores que les permite desarrollar en cada presentación, un juego corregido al anterior, y medianamente ordenado y superior al de turno, y por tanto, los ha situado en el escaparate de los cuatro mejores del continente.
Hasta antes del 3-1 frente a Bolivia, el equipo bicolor tenía como su principal déficit la carencia de goles, que le venía dando un pobre 0.66% por partido. Con el nuevo triunfo pasaron a 1.25% de goles por encuentro, porcentaje que ya infunde temor a cualquier contendor. El arco peruano, en cambio, ha recibido solo 2 goles: 0.5% por cada uno.
En estos dos porcentajes, ahora radica el saber reajustar las líneas en los dirigidos por Ricardo Gareca. Chile, el nuevo rival, el 29 del presente, será el más duro y difícil de todos los que ha enfrentado Perú.
Los dueños de casa tienen 11 a favor, vale decir 2.75% por partido. Pero ha recibido 3 goles: 0.75%, un promedio que no habla muy bien de la fortaleza de su zaga.
Sin embargo es bueno considerar que los mapochinos tuvieron su más alta producción ofensiva frente a Bolivia en la primera fase a quienes golearon 5-0. Y trazando un paralelo, el ataque peruano pudo ganar por un marcador más abultado del 3-1.
Paolo Guerrero hasta antes de Bolivia, ausente del gol, esta vez fue el verdugo de los bolivianos a quienes les hizo el “hat-trick”, siendo el autor de los tres goles y se puso entre los máximos artilleros del torneo.
Ahora que el equipo bicolor avanzó de Temuco a Santiago de Chile, tendrá el gran desafío de exhibirse hasta donde son capaces. Nosotros vemos una buena conjunción entre juventud y experiencia. Ojala que el comando técnico con la jefatura de Ricardo Gareca, conforme para este duelo no solo al mejor equipo, en ataque y defensa, sino que a la par sepa infundirle todo el coraje que sea necesario para apuntar lo más alto posible. Que así sea, por el gran zarpazo.

DE MENOS A MÁS
Pese a no ganar, y empatar sin goles en su último partido de la primera ronda eliminatoria frente a Colombia, el resultado le permitió al seleccionado peruano clasificar como segundo en su grupo y acceder a cuartos de final de la Copa América, desplazando a los cafeteros al tercer casillero, con el mismo puntaje pero con mejor diferencia de goles para los dirigidos por Ricardo Gareca.
La escuadra blanquiroja para esta ocasión lució su mejor producción en lo técnico, táctico y nivel físico parando en seco a los colombianos que sobre el papel llegó con el aval de tener un mejor nivel que, sin embargo, a la hora de la verdad se desdibujó ante el disciplinado accionar de los dirigidos por el técnico nacional, el argentino Ricardo Gareca.
Como no se vio en las dos primeras jornadas, para este partido, el cuadro nacional desplegó un cuidadoso 4-4-2, con líneas sólidas y entrelazadas entre sí, logrando una producción de mucho equilibrio en todos los sectores del campo.
Las ganas y actitud por no bajar los brazos en ninguna circunstancia fue otro punto a favor, porque de nada serviría un buen planteamiento o propuesta de juego, sino hubiese una unidad de conjunto donde el temperamento es vital cuando se quiere lograr un objetivo.
El crecimiento de Cueva para romper el esquema defensivo de cualquier rival es un acierto de Ricardo Gareca porque lo ha convertido en un jugador más funcional, al mismo tiempo de enriquecer sus innatas cualidades en su imprevisible quiebre corto. Otro tanto sucede con Sánchez.
Advíncula en su posición de marca punta es una realidad concreta porque cumplió a cabalidad la doble función defensiva y de apoyo en ataque.
El déficit del equipo en su desarrollo colectivo e individual quedó puesto de manifiesto en su ataque donde el promedio de gol por partido en este torneo gira en el orden del 0.66% que urge mejorar para avanzar a tramos inmediatos, porque a partir de cuartos de final se jugará bajo la modalidad de eliminación directa. Vale decir el que pierde se va.
La falta de una penetración y profundidad en ataque, es una tarea que ahora deberá resolver el conjunto nacional. Los remates de larga y mediana distancia pueden ser una alternativa en la búsqueda del gol, donde por cierto plantearían la necesidad de afinar y agregar nuevos esquemas tácticos en ataque.
Se viene el nuevo compromiso frente a Bolivia en cuartos de final. Sobre el papel pareciera que los nuestros tienen mejor opción. Pero el fútbol enseña que nunca se ganó un partido sin antes disputarlo. Así que pese a las mejoras hay varios reajustes a realizar, aparte de ver si hubiese cualquier otro tipo de bajas a subsanar, como que las hay. Así es el fútbol.

GALLO VIEJO…
Para Claudio Pizarro, el dicho entre galleros aquel de “gallo viejo con el ala mata”, le cae bien. Se refiere a los gallos de pelea más viejos, y que en muchas ocasiones han derrotado con holgura a gallos jóvenes y vistosos. Trasladado a la vida misma, y al deporte, se representa a la experiencia, porque cuando se tiene práctica, la sabiduría adquirida ahorra muchos esfuerzos.
Y el “viejo” Pizarro, tantas veces vilipendiado por un marcado sector de la crítica especializada de su país, con su gol sobre Venezuela a los 72’, les tapó la boca a todos y se convirtió en el salvador del equipo bicolor, dándole un nuevo aliento de vida en la Copa América, y con iguales posibilidades que sus tres contrincantes de grupo, para avanzar a la siguiente etapa de este torneo.
En esta ocasión a diferencia del debut en la Copa, los dirigidos por Ricardo Gareca, jugaron mejor y supieron capitalizar con acierto la temprana expulsión del llanero Amorebieta a los 29’ al ganarse la tarjeta roja directa tras cometer una doble falta a Paolo Guerrero, a quien luego de hacerlo rodar lo pisó.
Hasta antes de que Venezuela quedase en inferioridad numérica, el partido se venía desarrollando con cierto dominio de los pupilos de Sanvicente, donde su artillero Salomón Rondón desperdició una clara ocasión de poner en ventaja a su equipo apenas a los 6 minutos de iniciada la brega.
Ya con la ventaja numérica sobre el terreno, los incaicos empezaron a sacar mejor partido, haciendo rotar el balón con marcado criterio, al mismo tiempo de administrarlo mejor. Los réditos se empezaron a notar en la fase final cuando los vinotinto, paulatinamente empezaron a ceder terreno y posiciones.
El golpe de gracia en el dominio de la selección de Perú se produjo con la salida de Carlos Lobatón que fue sustituido por Yordy Reyna, permitiendo al seleccionador nacional hacer un replanteo táctico: bajar a Pizarro al mediocampo, convirtiéndolo en servidor a la vez de atacante de media punta.
El temor e incertidumbre que hasta antes del encuentro provocó la ausencia de Jefferson Farfán al no recuperarse totalmente de su lesión, no se notó para nada y esta vez gracias al acertado planteamiento táctico de Ricardo Gareca, todos los integrantes cumplieron a cabalidad.
Los cuatro componentes del grupo C llegan a la última fecha empatados con 4 unidades. Ahora todo queda librado a jornada final donde frente a Colombia, la bicolor definirá su pase a cuartos de final. Los dos partidos se disputarán en simultáneo el domingo 21. Perú se medirá con los cafeteros a las 2 pm en Temuco, mientras Brasil y Venezuela en Santiago de Chile a las 4.30 pm.

UN MAL PROFUNDO
Ver al fútbol peruano en un torneo internacional, da la impresión de asistir por siempre a un perenne tormento. Con el mismo sufrimiento. Idéntico dolor. Porque aun cuando asoma cierta luz, alguna esperanza, nada de lo hecho alcanza. Siempre acaba marchito.
La derrota en los descuentos del equipo peruano, 1-2, frente a Brasil, en su debut por la Copa América de Chile, deja un sabor a hiel. Se hizo casi todo bien, pero en el fútbol y en la vida, los casi nunca son buen asidero, al final todo se derrumba cual castillo de naipes.
El destacado comentarista argentino de la cadena Fox, Fernando Niembro, hace poco expresó haber visto al fútbol peruano desde fines de los 50 y que lo sabe poseedor de un juego muy calificado. Sin embargo desconoce porque no llegan a más, tal vez –dice- a causa de motivos muy profundos que lo atan a no despegar.
Intentar razonar al por qué se perdió frente a Brasil, abundando sobre carencias tácticas, o de técnica, fundamentos, razones físicas, falta de tiempo para una mejor preparación etc., etc., ya parece ocioso y de mal gusto. Los males pueden estar en la psiquis del deporte nacional.
Los años maravillosos en la historia del fútbol peruano han sido cuando al frente tuvieron técnicos que siendo entrenadores de primer nivel, como valor agregado supieron conformar un sólido grupo humano en la mente y corazón, donde la idea de la unión hace la fuerza, los hizo ganadores.
Frente al Brasil de hoy, capitaneado por el renombrado Neymar, afloraron chispazos que prendieron la ilusión, aunque siempre se tenía un nudo en la garganta, cuando se caía en vacíos, como si fuera el preámbulo de lo que finalmente ocurrió, cual eterno castigo: perder.
Es cierto que el equipo bicolor alineó a sus mejores hombres como pocas veces lo hizo en los últimos años. De un arranque dubitativo se puso en ventaja, posibilitando la igualdad a contados minutos. A partir de entonces se pararon mejor, y en muchos pasajes jugaron de igual a igual. Pero de nada sirvió, porque una vez más, cual calco habitual se perdió en los descuentos.
¿Hasta cuándo se cargará con este sufrimiento? Un enigma que asemeja a un estigma, que ni el técnico nacional, el argentino Ricardo Gareca, todo indica que tampoco tiene la cura a este mal.

A VECES SÍ, A VECES NO
Un sabor agridulce, con serias dudas para considerarse como un equipo de fuerza compacta y de equilibrio en ataque y defensa, dejó como saldo al seleccionado peruano, el resultado frente a México (1-1), en lo que es su último partido internacional amistoso de preparación, antes de enrumbar a la Copa América de Chile.
Los mejores pasajes de un aceptable desempeño de los dirigidos del seleccionador nacional, el argentino Ricardo Gareca, se dio en el primer acto. Sin embargo en contrapartida a lo dicho, la escuadra nacional careció de explosión, velocidad y sorpresa ofensiva en el accionar de su fútbol para ir en pos del gol.
México tras superar los embates iniciales del cuadro de casa, sin ser nada del otro mundo se comportó como un cuadro con mayor oficio para manejar la posesión del balón, detalle técnico y de fundamento básico en el fútbol, y le bastó para equiparar las acciones.
En la parte final ambos equipos salieron más predispuestos para tomar la iniciativa del encuentro, teniendo Perú en el juego de Carlos Lobatón a su mejor exponente individual en favor del equipo. No obstante, a los consagrados Guerrero y Farfán mucho les costó para superar el bloque defensivo de los aztecas.
En líneas generales lo mejor del once bicolor fue el tratar de desenvolverse dentro de un funcionamiento elemental, donde el trabajo de Joel Sánchez tuvo un rendimiento más funcional al desarrollado por Cueva como volantes de avanzada. El bloque defensivo fue aceptable, sobre todo en lo cumplido por Céspedes y Ascues, con relación a la mayor experiencia de Zambrano y Advíncula. Requena que ingresó por Advíncula, se ganó la roja a poco de ingresar luego de cometer dos faltas de tarjeta amarillas casi seguidas.
El gol peruano llegó como consecuencia de un rápido contra ataque generado por Sánchez, y que al posibilitar a que el disparo de Guerrero, tras una serie de rebotes, fuera finalmente capitalizado por Farfán, para anidar el balón.
El empate definitivo llegó como consecuencia de un desatino del portero Gallese al salir en falso, permitiendo al mexicano Valenzuela vencerlo con remate de cabeza.
A diez días para el debut en la Copa América frente a Brasil, a Ricardo Gareca, le queda muy poco tiempo para: corregir primero, ensayar segundo, y afinar tercero, un mejor juego de sus dirigidos y superar lo visto contra México. De seguir con un desempeño como el observado ante México, de a veces sí y a veces no, jamás será suficiente para convertirlo en un equipo de indiscutible categoría.


CANCHITA DE MI BARRIO
Una ley en las canchitas de mi barrio previo a un partido a disputarse es regir entre los dos capitanes o referentes para formar de los presentes al equipo de sus simpatías, utilizando el sorteo a través del conocido tijera, puño y/o papel. Y creo, siempre se utilizó tal modalidad.
Esto quiere decir que quien tiene el mejor ojo y juicio elige a los que según su criterio son los mejores para conformar un equipo. Sin ser mucho, es bastante para ganar. En el fútbol de élite a esta cualidad muchos la denominan escogencia.
La figura me saltó a la memoria al ver la lista de Ricardo Gareca con la convocatoria de sus 23 escogidos con miras a disputar la próxima Copa América a romper fuegos el próximo 6 de junio en Chile. Y por supuesto, a unos les gusta su lista, a otros no.
Vista la actual situación en nuestro fútbol, así están las cosas. No hay más que hacer, o muy poco por innovar. El tiempo, una vez más, será el peor enemigo. Y la principal responsabilidad si esto se trasluce en fracaso, el revés recaerá en la directiva de la Federación Peruana de Fútbol.
Pero si el seleccionado nacional logra coronar un objetivo sorprendente, creo que sería producto de un rendimiento extraordinario de los jugadores, porque tendrían que desarrollar un fútbol como estilan hacerlo los integrantes de un equipo que se conoce años y juegan de memoria.
Si fuera así, a Ricardo Gareca tendría que atribuírsele el crédito de tener buen ojo y criterio para transferir su pensamiento y filosofía de juego en el grupo, haciéndolo seductor y monolítico.
Soñar no cuesta nada. Solo que al sueño hay que hacerlo realidad. Así suele suceder en las canchitas de barrio, donde sin más entrenamiento que el deseo de jugar bien, gustar y ganar, es la única regla antes de enfrentar el partido de turno.
¿Será posible confrontar a la Copa América con una canchita de mi barrio? Quién sabe. Todo es posible en la dimensión desconocida del fútbol; la dinámica de lo impensado como refirió Dante Panzeri, en su libro sobre fútbol.

EFÍMERO Y TRASCENDENTE
A mi modo de ver e interpretar los triunfos de un equipo de fútbol sea a nivel de club o de selección cuando se representa a un país, en ambos casos, serán válidos cuando se conviertan en trascendentes y al mismo tiempo sirvan de piedra angular para un crecimiento sólido y sostenido.
Mucho se habla de las exigencias y de la disciplina integral que debe labrar a diario un atleta de élite para alcanzar su mejor nivel y dar lo mejor de sí al momento de la competencia. Entonces si lo anterior es admitido, también será lo afirmado en el primer párrafo.
El fútbol peruano tuvo sus mejores momentos de encanto deportivo desde fines de la década del sesenta, prolongándose hasta 1982. Pero a partir de allí en adelante se ingresó a una vorágine de yerros donde cada uno parecía tratar de superar al anterior, cayendo a un abismo al que no se habría tocado fondo aún.
Recordar es vivir, reza una frase convertida en dicho popular. Y claro -dicen muchos- hay que recordar los buenos momentos. Porque nadie quiere acordarse de las horas amargas.
Me ha tocado vivir y ser testigo presencial de triunfos como el logrado en 1975 con la selección nacional que conquistó la Copa América ese año al ganar 1-0 con gol de Hugo “Cholo” Sotil, en Caracas, Venezuela. Esa noche estuve, casi al borde del campo del estadio Olímpico. Hace 40 años. Casi una vida.
Es cierto que Sotil se integró a la bicolor sin permiso de su club Barcelona, España, y llegar el mismo día del partido. Algo similar sucedió con Teófilo Cubillas del Porto de Portugal y de Percy Rojas con Eleazar Soria del Independiente de Buenos Aires. Eran otras épocas. También otros hombres.
Recuerdo que Percy Rojas y Eleazar Soria, eran pilares en el Independiente de Buenos Aires. El “Trucha” Rojas solo jugó los primeros 45 minutos. No podía disputar el partido completo. Era titular con los Diablos Rojos de Avellaneda un día después y el avión de vuelta a Buenos Aires no lo esperaba, le permitía jugar el primer tiempo, no más. Algo digno de novela. Pero aquel equipo si estaba formado por magníficos.
Lo malo radica en que lo hecho por esta generación de futbolistas de selección se quedó en lo efímero. Los responsables del deporte y del fútbol nacional, no hicieron nada para aprovechar tales virtudes y enseñanzas, convirtiéndolas en un molde especial que sirviese de ejemplo para la savia por venir, sumados a una formación sólida y apoyada en las ciencias aplicadas al deporte.
Por tanto, debe ser que el fútbol peruano de hoy anda de tumbo en tumbo, como es el torneo doméstico y por consiguiente solo queda apostar por un milagro en el reto internacional, cuando sabido es que para alcanzar la excelencia y competitividad, se requiere de una consistente preparación, algo que hoy no vemos.
Dicho esto, y viendo otra vez juntos a nuestros campeones del 75, siempre gigantes por más canas que peinen, y reunidos por la firma Backus en el Salón de las Américas del estadio Nacional, me animo, una vez más, a felicitarlos y a brindar con ellos, ojala, por un cultivo a tiempos mejores.


MÁS QUE MANDRAKE
Las vueltas que da el fútbol. Mientras el técnico uruguayo Sergio Markarián al frente de la Selección Nacional llegó a la Copa América del 2011 con un total de diez partidos internacionales de preparación y se le criticó; en cambio el técnico argentino Ricardo Gareca llevará al representativo patrio a la Copa América 2015, con dos partidos previos, tal vez tres y bueno, no pasa nada.
Markarián antes de asistir a la Copa América fue cauto y dijo que nuestro representativo no la iba a tener nada fácil por sus antecedentes en las últimas competiciones internacionales, donde se ubicaba en los últimos lugares.
Gareca acaba de señalar muy orondo de sí, que el equipo bicolor llegará bien a la Copa América de Chile, sin tener en cuenta que en su primer partido preparativo perdió 1-0 frente a Venezuela. Ahora le falta el siguiente juego contra México y un tercero nada fijo y ya ¿?.
El fútbol de alto nivel exige de sus futbolistas una óptima preparación en lo físico, técnico, táctico, mental y de temperamento para cada partido de turno. Alcanzar esos picos, por tanto, plantea un trabajo serio y sostenido en el día a día, de acuerdo al objetivo trazado.
Markarián en su paso al frente del seleccionado incorporó dentro de su plan de trabajo lo que llamó microciclos de desarrollo. A muchos no les gustó ese trabajo. Decian era un engaña muchachos. Pero peor era nada. A él (Markarián) si le sirvió para probar a los nuevos de entonces como Cruzado, Yotún, Ballón y Advíncula entre otros, así como para ensayar algunos esquemas básicos de juego.
En cambio, Gareca hasta el momento no ha hecho ni hará nada de lo antedicho para llegar “bien” según sus propias palabras a la Copa América. Entonces, que no trate de vendernos un espejismo, mucho menos de zaherir a la afición peruana.
A Gareca se le conoce con el apelativo de “Tigre”, pero con lo que acaba de sostener a su retorno de Europa, él mismo se catapulta a ser una suerte de “Mandrake”, el mago e ilusionista de historieta más famoso de todos los tiempos.
¿O será acaso que el fútbol peruano ya raya en una historieta, y lo que es peor, de mal gusto? ¿O será que sin querer o queriendo, ha deslizado una realidad?

EL PAPEL AGUANTA TODO
En tus manos está el futuro de nuestra selección fue la idea conceptual de lo dicho por Edwin Oviedo, presidente de la FPF, al momento de presentar oficialmente al técnico argentino Ricardo Gareca, como nuevo director técnico del equipo nacional, a la Copa América y eliminatorias al Mundial de Rusia.
Sin embargo, el tiempo será el principal enemigo del flamante nuevo conductor del equipo peruano. El primer partido internacional amistoso frente a Venezuela será el 31 del presente, en Miami, a contados días.
En nuestro medio Gareca desarrolló una notable gestión al frente de Universitario de Deportes, al salir campeón del Apertura 2008. En esa oportunidad conquistó tal logro haciendo de tripas corazón. Sin tener un plantel de luminarias, sino un equipo donde todos se dieron la mano, consolidaron una fuerza ganadora.
Tal presencia en nuestro medio, y sobre todo conduciendo a Universitario de Deportes (hoy de capa caída) ha sido su principal carta de presentación para ponerse el buzo de la selección.
Sin dudas hay muchas interrogantes más para saber si lo realizado con la “U” será suficiente para corregir y mejorar al fútbol cholo. Difícil. Pero a lo hecho, pecho. Ahora hay que verlo en acción con la bicolor.
Mientras tanto dejamos algunas de sus frases tras ser presentado como el DT de Perú y hemos agregado una de sus verdades acuñadas por él a lo largo de su carrera. Poco a poco iremos desmenuzando sus palabras. Leámoslo una vez más y sepamos un poco más del entrenador argentino luego de su presentación.
“…Tengo un gran respeto por el profesor Markarián, me parece que hizo un trabajo importante. Perú recuperó un protagonismo importante. Es valorable todo eso. Ojalá tengamos la posibilidad de mantener ese protagonismo…”.
“…Me gustaría que el juego esté de acorde a la historia del Perú. La disciplina la manejo yo. La única cabeza de todo esto soy yo…”.
“…Nada es imposible cuando uno cree. Y yo creo en el futbolista peruano…"
"…En estos momentos cualquier jugador tiene las puertas abiertas de la selección peruana…"
“…Es el desafío más importante de mi vida. Estar al frente de un país al que quiero, que me ha tratado muy bien, que tuve la posibilidad de conocer, es una enorme responsabilidad…".
"…Hay que ponerse a trabajar. No soy de prometer. No puedo prometer absolutamente nada. Tengo las mismas intenciones del pueblo peruano. Comienza esta etapa nuestra y lo único que queremos es desarrollar un trabajo que Dios mediante pueda llevarnos a un destino que desea todo el mundo. Pero es un trabajo en conjunto, más allá que yo sea la cabeza. En esto estamos comprometidos todos…".
“…El jugador peruano tiene talento. No lo digo yo, esto es reconocido mundialmente. O por lo menos de Sudamérica. Si me preguntan que creo del jugador, es la técnica….
“…Me interesa mirar de ahora en adelante. Si usted me pregunta todo lo anterior, no me interesa…”.
“…Quiero, por sobre todas las cosas, el compromiso y convencimiento de que podemos. A partir de allí, conjuntamente con los jugadores, vamos a definir algo en lo futbolístico…”.
“…Yo tuve a los mejores técnicos Menotti, Bilardo, Basile, Veira, Ochoa Uribe, Brindisi, Manera. Si me piden uno, me quedo con el Bambino Veira. Es práctico, directo, veía bien la situación, trabajaba lo indispensable…”. Seguiremos.

SE ACERCA YA LA NOCHE
Lunes 27 de octubre de 1975 en Caracas. Ese día llegamos al aeropuerto Maiquetía, capital de la hoy convulsionada Venezuela. Muy apurados con el maestro de las mejores fotos deportivas que he visto: Raúl “flaco” Sagástequi, tras pasar el control de pasaportes, fuimos a lo nuestro. Lo primero de todo, conseguir el hotel donde iríamos a centrar nuestra base de operaciones.
Tras buscar en vano por el centro de la ciudad, el taxista nos dijo: “Podemos salir del damero del centro y yo los llevo a un bonito y cómodo hotel”. Así fue y nos instalamos en el Hotel Crillón (mismo nombre del hotel que por esos años en Lima era cinco estrellas).
Nos comunicamos telefónicamente con la redacción de “La Tercera” para dar cuenta de nuestra llegada, ubicación y teléfono. En el transcurso del día debíamos acreditarnos e informar de los últimos detalles del equipo peruano para la gran final extra contra Colombia por la Copa América.
Presentamos nuestras credenciales ante la AFP, la agencia internacional que brindó los servicios de la transmisión vía telex a los enviados especiales de prensa de los distintos medios informativos del Perú. Nos dieron el okey y prácticamente ya existíamos para cubrir nuestra misión.
Sagástegui más allá de maestro y amigo era un experimentado y ganador reportero en mil y un batallas periodísticas. Yo, en cambio, iba fogueándome y debía consagrarme esa vez a través de mis envíos. El “flaco” que fumaba como chino en quiebra, se contactó en Caracas con el colega peruano Pedro Higa. Lo atendió y pasó por nosotros al hotel en horas de la noche para cenar en su casa unos deliciosos potajes criollos.
Higa que dirigió el diario “Hora Cero” en Valencia, a 180 kilómetros de Caracas, me dijo que hasta las 10 p.m., el equipo nacional no completaba el once titular. No habían arribado Teófilo Cubillas, Hugo Sotil, Percy Rojas y Eleazar Soria. Se me erizó la piel. Llamé a Lima dando la noticia. En “La Tercera”, Fidel Méndez, receptor, nos preguntó si sabíamos si llegarían o no. Respondimos que el técnico Marcos Calderón los esperaría hasta el mismo día del partido.
La verdad, me puse intranquilo por la noticia. Entonces empecé a escuchar como fondo musical criollo al dúo “Las Limeñitas” cuando al inicio del vals dicen: “Se acerca ya la noche con vuelo aligerado, las aves van volando, sus nidos a buscar…”. Sus tonadas y voces afinadas, únicas e inconfundibles, parecieron aguijonear mi corazón.
Me preguntaron si estaba bien y comenté que la noticia del aún incompleto equipo titular más la música del vals “La Cabaña” me había conmovido doblemente, pero la sabiduría de ambos me transmitió serenidad. “Hay que aguardar tranquilos a mañana”, fue la voz. “Esta noche cenemos y brindemos con calor a peruanidad en Caracas”, me pidieron. Así lo hicimos. 
Eran los previos al 28 de octubre de 1975 en que el fútbol peruano se bañó de gloria en el campo del estadio Olímpico, y con gol de Hugo “Cholo” Sotil se conquistó la Copa América. Los que faltaban la noche anterior llegaron el mismo día de la brega y Percy Rojas con Eleazar Soria, lo hicieron literalmente del aeropuerto a la cancha.
Sin duda, eran otros años, otras jornadas, otros hombres. ¡Qué tiempos! El tema en el presente del balompié local ya lo hemos tratado. Se continúa al borde del abismo, seguimos sin equipo para los compromisos internacionales a la vista. Nada de nada. El voceado técnico para menores, el colombiano Reinaldo Rueda, dijo no, y el futuro de la selección adulta sigue vacía. Una vez más la frase del compositor del vals “La Cabaña”: Alejandro Sáez, con lo de “Se acerca ya la noche…” ahora no sé si será para bien o para mal. Y ya no tengo ni a Higa ni al “flaco” a mi costado. Seguiremos.

PALABRAS… PALABRAS
A poco menos de cuatro meses para la Copa América 2015 y el debut del seleccionado de Perú frente a Brasil el 14 de junio en la sede de Temuco, Chile, la gestión de la directiva de la Federación Peruana de Fútbol que encabeza Edwin Oviedo camina con pies de plomo.
El tema del director técnico para dirigir al futuro seleccionado, también marcha con un compás de espera que desespera.
A más de mes para los partidos internacionales amistosos de preparación con fecha FIFA, tampoco hay nada concreto acerca de cómo se va a encarar todo lo que se viene en adelante. Si hasta ya nos parece escuchar aquel tema musical de los años 70, “Palabras, palabras” de la argentina Silvana di Lorenzo, cuyo contenido es una suerte de parodia dramática de una mentira de amor, en este caso acondicionado a nuestro fútbol.
A comienzos del 2015 esperábamos conocer el perfil de la nueva ruta del fútbol peruano. Han transcurrido más de un mes y todo se circunscribe a discursos cuyo contenido se las viene llevando el viento.
Aquí no vamos a hablar de tal o cual nombre existente en una baraja de la FPF cuya fragilidad por más que se concrete ya, ya, no nos quitará la idea de que los pasos no son nada convincentes para corregir primero y luego enderezar la ruta competitiva del balompié local.
Lo único verdadero es que en el último ranking de la FIFA, Perú descendió seis posiciones, siendo superado por otros equipos cuya trayectoria e historial tienen poca consistencia.
Ojala el remedio tan esperado en la conducción de los destinos de la Federación Peruana de Fútbol, no terminen siendo peor que la enfermedad en la que sobrevivió y feneció la pésima gestión de Manuel Burga. Seguiremos.

LO QUE NO SE DICE
Un fracaso más en nuestro fútbol es como ponerle una raya más al tigre. Pero aquí no daremos vuelta a la página para que sirva de alimento a la cultura de la derrota. Tampoco vamos a alinearnos con los sabiondos de siempre quienes mueven sus cartas de acuerdo al último resultado, sin mostrar algún análisis de fondo para formular un balance final.
El fracaso de la Sub 20 tras la derrota en el Sudamericano de Uruguay pese a su triunfo final 3-1 sobre Paraguay, ¿salva o lapida a Edwin Oviedo y su directorio? ¿Existe una luz al final del túnel? ¿O es que el fútbol peruano está condenado a ser un lastre irreparable heredado de Manuel Burga y compañía?
Quienes hoy vapulean lo malo del fútbol inca, y lo señalan con el dedo acusador, añoran los años maravillosos del deporte rey, poniéndolo en un altar como un ejemplo a seguir; sin embargo, muchos de ellos ni siquiera vieron de cerca el andar de las selecciones mundialistas de México 1970, Argentina 1978 y España 1982.
Vayamos por partes. El fútbol moderno, y de siempre, exige un trabajo mancomunado si se persigue al éxito como único propósito al momento de tomar parte en un torneo competitivo. Cada quien en lo suyo y/o en su especialidad, debe y tiene que dar lo mejor sobre los demás.
Entonces es básico y elemental que el director técnico sea capaz de formar un equipo de fútbol de alto nivel y no solo de once jugadores sino de armonizar un plantel donde todos los que alternen al momento de la competencia tengan un rendimiento eficiente, según las necesidades del partido de turno.
Partiendo de tal premisa, las selecciones de México 70, Argentina 78 y España 82, contaban con muy buenos futbolistas, de gran producción individual en favor de un equipo que, no obstante, tenía sus fisuras porque fueron capitalizadas por quienes los vencieron en las contiendas mundialistas.
Más allá de los trascendentales resultados en cancha de nuestros seleccionados del 70, 78 y 82, en el plano subcontinental, nadie habla del valioso aporte a nivel directriz, en este caso del peruano Teófilo Salinas Fuller, por esos años presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, hoy CONMEBOL.
Salinas Fuller fue presidente de la CONMEBOL desde 1966, hasta 1986, siendo sucedido por Nicolás Leoz. Durante su gestión, nuestro balompié dio un salto notable a planos estelares. A nivel de clubes en 1967, Universitario de Deportes fue el primer club peruano en pasar de ronda en Copa Libertadores al doblegar a River y Racing en 48 horas tras memorables partidos; y en 1972 llegó a la final de este torneo. Fue bajo su mandato que el fútbol peruano vivió horas de gloria al clasificar a los Mundiales del 70, 78 y 82. Y en 1975 fue campeón de la Copa América.
¿Acaso no se puede suponer que la mano y muñeca de TSF tuvo algo y/o mucho que ver en aquellas horas de éxito? En el fútbol de élite, hay que saber jugar muy bien dentro de la cancha, así como fuera de ella. Hoy no hacemos ni lo uno, ni lo otro. Por eso se pierde en todo. Desde la salida de Teófilo Salinas Fuller de la CONMEBOL, a la fecha, no hay un directivo peruano que le pise los talones. Seguiremos.    

EXPEDIENTE 5-0
La serie televisiva de ciencia ficción “Los expedientes secretos X” con una teleaudiencia única en los noventa y casi una década estelar en medio de una trama de sucesos paranormales, ovnis, criaturas extrañas, misterio e intrigas entre otras, prolongó su vida con dos películas y una tercera anunciada. Valía la pena verla porque cumplía su propósito de entretener y mostrar al público mucho de lo que se desconoce como una suerte de nueva visión cultural.
El fútbol peruano sin ser nada parecido a “Los expedientes secretos X” sin embargo tienen un público cautivo y sufrido espectador en una línea que raya en lo masoquista para ver a todo partido que le toca librar a su selección en el plano internacional, y lo peor, con un resultado inalterable: ser un perdedor. Como se dio otra vez en la Sub 20 al ser goleador 5-0 ante Brasil y perder toda chance de ir al Mundial de Nueva Zelanda. Un partido para el olvido.
Lo curioso en los previos al encuentro del Perú-Brasil en el Sudamericano Sub 20 fue que escuchamos a muchos especialistas en analizar a nuestro fútbol, y vaya si todos coincidieron en ásperos críticas con exiguas propuestas de solución.
Lo terriblemente contradictorio es que más de uno de ellos al dar un pronóstico de resultado a este duelo, se aventuró en favorecer al equipo de casa. Quiere decir, que hasta los propios conocedores de nuestra realidad, propician alentar a lo que antaño se conocía como la “gitanería del fútbol peruano”. Es decir perder con el más chico y ganarle al más grande.
Antes, también era muy frecuente oír aquello de que “el fútbol no tiene lógica” y por tanto todo puede suceder. Otros dichos eran “se perdió como estuvimos con el santo de espaldas” y/o simplemente “porque nos faltó una cuota de suerte”. Hoy es muy común echarle la culpa al árbitro cuando se pierde un partido.
Nosotros creemos que el fútbol si tiene lógica. Porque siempre tendrá la mejor opción de ganar al equipo que mejor está preparado en todo orden de cosas. Y claro el fútbol peruano, de la cabeza a los pies anda al revés, y hasta con signos de corrupción en muchos de sus niveles. Y es por eso que se va de tumbo en tumbo.
¿Es imposible salir de este hoyo? La respuesta y reto, sin duda alguna, la tiene el nuevo y actual presidente de la FPF: Edwin Oviedo y su directorio en pleno. Para mejorar el fútbol de casa y en todos sus niveles urgen cambios de fondo y también de forma. Seguiremos.  

CAFÉ CON LLANTO
Colombia sirvió un café cargado a la Sub 20 de Perú, le agregó un sabor amargo, y le aplicó un 3-1 inobjetable, provocando de pasada el inconsolable llanto en el plantel bicolor al final del encuentro al sentirse vapuleados y casi sin opción de ir al Mundial de Nueva Zelanda en este hexagonal donde marchan de coleros.
En todos los pasajes de la brega, el once peruano al igual que en los anteriores compromisos mostró entereza y voluntad para encarar el juego. Sin embargo la orfandad en lo técnico y táctico, como consecuencia de una endeble formación en el manejo de los fundamentos del fútbol, fueron el peor enemigo que facilitaron el trabajo de todos sus contendores.
Queda de manifiesto que el comando técnico que conduce este grupo carece de un adecuado caudal donde el conocimiento académico y práctico camine de la mano para posibilitar un armado bien armonizado y cohesionado en todas sus líneas como corresponde el contar y manejar a un cuadro de alto nivel competitivo.
Resulta ocioso repetir este tema y enfocado a lo hecho por el equipo nacional en cada partido que le toca enfrentar, logrando de manera repetitiva a ser un perdedor cual común denominador.   
Pero tampoco se crea que todo lo malo que se ve en una competencia es responsabilidad absoluta del comando técnico y jugadores. Y que, por tanto, solo a ellos hay que cargarles el dado, dejando librados a los directivos que, en el fondo son los grandes comprometidos en la consecución de los éxitos así como de ser los principales culpables en la hora de los fracasos.
La mejora integral del fútbol peruano no solo tiene raíces en la división de menores, fundamentalmente radica en lo que hacen los mayores. Porque si en la máxima división no hay baluartes que sirvan de modelos para los chicos, simplemente se estará propiciando a cavar su propia tumba.
Los dirigentes del fútbol peruano, en pocas palabras son los padres de una familia porque quienes estén bien constituidos y sepan manejarse como jefes y líderes ejemplares, serán capaces de dar buenos frutos; todo lo contrario sucederá para quienes no siendo buenos padres llevarán a los suyos de tumbo en tumbo hacia el fracaso total. Más claro, ni el agua.

COMO EL CANGREJO
Un nuevo revés. Esta vez el equipo Sub 20 de Perú perdió 3-1 frente a Uruguay, dejando en claro que va como el cangrejo (ültimos en la tabla). No hay atisbos que sirvan de ligero sostén para creer que levantarán cabeza en este hexagonal final, donde los cuatro mejores irán al Mundial de Nueva Zelanda.
Claro que aun perdiendo todo en lo que resta de este hexagonal, este equipo Sub 20 se habrá ganado algún pasaje, probablemente para los Panamericanos de Toronto, donde acudirán los tres últimos. En cambio para las Olimpíadas de Río el 2016, es imposible porque allí solo irá el primero y/o segundo.
Los esfuerzos y entusiasmo de estos muchachos en el presente Sudamericano Sub 20 de Uruguay caen en saco roto al no tener una fuerza de conjunto y verse huérfanos de un orden técnico y táctico que les permita desarrollar un fútbol de competencia.
El once uruguayo sin poseer nada extraordinario, por el contrario observando marcadas limitaciones, sin embargo fueron capaces de inclinar la balanza a su favor tan solo por estar siempre mejor dispuestos y ubicados en el terreno de juego, capitalizando al máximo las debilidades defensivas del cuadro nacional.
Y cuando hablamos de debilidades defensivas, no solo nos referimos al accionar del bloque posterior, sino de todos los integrantes del cuadro peruano, cada vez que perdían la posesión del balón en cualquier sector del campo, al no tener la reacción para recuperar la pelota perdida, con marcaciones flojas, malas coberturas y ni saber qué posición adoptar.
El ataque de los dirigidos por Víctor Rivera fue pobre. No se vio una adecuada organización ni mucho menos un esquema estructurado, para desdoblar una sucesión de pases a ras del piso. Llamó la atención la inacción de armonizar un fútbol en espacios reducidos, haciendo triangulaciones, ante la dureza de los charrúas que sufren cada vez que enfrentan estas situaciones, y sobre todo siendo las mejores armas del fútbol bicolor. Uruguay, ya pasó ahora resta aguardar a Colombia, el próximo rival. ¿Cuál será nuestra suerte?

CON SABOR A HIEL
Los sinsabores y amarguras que el fútbol peruano vive a diario a nivel competitivo en el plano internacional y que hasta hoy son el común denominador, quedó de manifiesto una vez más al sellarse otro nuevo revés en el Sudamericano Sub 20, con la caída 0-2 frente a Argentina en el inicio del hexagonal final de esta categoría.
Argentina, el rival de turno, se mostró muy superior en cuanto al esquema de lo que significa poseer una fuerza colectiva en contraposición a las marcadas limitaciones técnicas y tácticas del cuadro bicolor.
Los goles del ganador llegaron como consecuencia de gruesos errores defensivos, incluyendo al golero Prieto que regaló el segundo tanto al estar visiblemente adelantado. Este tipo de errores pone en tela de juicio la capacidad de trabajo del comando técnico.
En el fútbol de élite el funcionamiento defensivo de un equipo es el principal cimiento para elaborar una estrategia de juego. Si no existe una solidez y fortaleza en este aspecto, será muy poco lo que se pueda hacer en el propósito de ganar.
No pretendemos ser los correctores de las serias deficiencias técnicas y tácticas que muestra este equipo, pero curiosamente son los mismos con los que convivió la selección de mayores en su último fracaso en las eliminatorias del mundial que pasó.
A la actual Sub 20 le hemos reconocido su entrega y pundonor desde que arrancó este torneo y que le sirvió para ganar 2-0 a Ecuador. Pero en fútbol cada partido es una historia diferente. El triunfo de un día no otorga la llave para conquistar un campeonato. Si no se está convenientemente preparado para enfrentar y superar al rival de turno, poco o nada se avanzará.
Aún quedan otros cuatro partidos. En una de esas podrán levantar cabeza, pero los vacíos exhibidos frente a Argentina no dan garantía alguna para convertir a este equipo en modelo de un conjunto férreo en todas sus líneas. Sería iluso esperar un cambio así de la noche a la mañana.   
Sin embargo, viéndolo desde otro ángulo, este hexagonal final clasificará al Mundial de Nueva Zelanda 2015 a los cuatro primeros,  y a los Panamericanos de Toronto 2015 los tres últimos; y, a los Juegos Olímpicos de  Río 2016 al primero directo, y al segundo previo repechaje. Así que jugando bien, mal o peor, algún boleto al fin de cuentas se logrará.

A DURAS PENAS
Prácticamente con el corazón en la boca, el equipo peruano Sub 20 logró un triunfo pleno de angustia 1-0 sobre Bolivia, resultado que le permite volver a ponerse en carrera en el propósito de avanzar a la siguiente ronda en pos de clasificar al Mundial de Nueva Zelanda o Panamericano de Toronto, ambos este año o Juegos Olímpicos de Brasil el 2016.
El solitario gol de Da Silva alcanzó con los justo para que los dirigidos por Víctor Rivera conquistasen este triunfo, en medio de un claro pero impreciso dominio en las dos fases del juego, donde las mayores falencias se observaron al momento de encarar el pórtico rival.
Una vez más, el mejor argumento en el juego del contingente rojiblanco fue su entrega y pundonor con un mejor comportamiento técnico y que frente a Bolivia resultó suficiente para inclinar la balanza a su favor. El gol del triunfo fue merced a una acción colectiva en una combinación larga y corta en base a cinco toques del balón. Fue la mejor acción en conjunto del cuadro peruano.
En el desarrollo de las acciones el cuadro bicolor manejó mejor el juego pero teniendo como respaldo a acciones individuales, donde Carranza y hasta donde le dio el oxígeno fue una pieza valiosa en este contexto.
Viendo el nivel del cuadro peruano, si su fútbol no mejora como una expresión de conjunto para manejarse con propiedad en ataque y defensa, su accionar tendrá muchas complicaciones cuando deba a enfrentar a contendores con una mejor preparación.
Ahora la clasificación de Perú a la siguiente fase en el Suidamericano Sub 20 de Uruguay, queda librado a que pueda sumar un punto más en su partido final del grupo A frente a Paraguay y de esa forma pueda avanzar de manera directa al hexagonal final.

COMO IR A LOS TOROS
En tauromaquia existe una frase sarcástica cuyo contenido tiene mucho de verdad cuando sus especialistas afirman que nunca sabes que irá a pasar cuando se va a una tarde de toros. El sustento de este dicho trata de explicar que esta lidia no tiene pautas claras desde el momento mismo que enfrentan al hombre racional con un toro que es todo lo contrario.
En el caso del fútbol peruano este dicho resulta aplicable pues nunca se puede saber ni tener una idea cabal si uno pretende tomar como base al resultado inmediato anterior con proyección al nuevo reto que se va a sostener dentro de un torneo de competencia.
En el debut del Sudamericano Sub 20 los pupilos de Víctor Rivera ganaron limpiamente a Ecuador; pero en el segundo partido cayeron estrepitosamente 6-2 ante Argentina. En pocas palabras, un desastre.
Cierta vez César Luis Menotti, técnico de Argentina, que ganó el primer título Mundial de mayores para su país en 1978, expresó que en el fútbol se gana, se empata o se pierde. Pero solo los equipos que tienen un alto nivel de jerarquía en esta disciplina, siempre dejan una imagen de triunfo, aun así no consigan ganar el partido de turno.
Y ¿cómo puede explicarse lo afirmado por Menotti? Aseveró que hay muchos equipos que ganan en base a situaciones fortuitas. En otras por lo que pueden hacer uno o dos jugadores en acciones individuales logrando inclinar la balanza a su favor. De quienes ganan partidos bajo este modelo, señaló que tienen grandes vacíos, que no sirven para situarlos dentro de un elevado respeto.
Menotti, a su vez, puso como un ejemplo con nombre propio de lo que para él significa alto nivel de jerarquía al fútbol que practica Holanda. Desde 1974 en que irrumpieron en los mundiales con el denominado fútbol total, los holandeses pueden perder partidos, pero su rango de competencia jamás ha declinado y por tanto siempre luce una fuerza con marcado equilibrio tanto en ataque, y cuando le corresponde defenderse.
Del bisoño Sub 20 de Perú frente a Ecuador, reconocimos como su mejor cualidad para ganarles, la entrega y pundonor solidario al momento del juego. Sin embargo, el fútbol tiene muchas aristas cuando debe conjugarse el aspecto físico, técnico y táctico en un todo integral. Una pena qué frente a Argentina, la Sub 20 de Perú socavó su desgracia con errores garrafales de cómo no deben ni pueden aplicarse los fundamentos del fútbol.
Por ahora y no sabemos hasta cuando, nuestro balompié será como ir a los toros, o cómo académicamente señaló César Luis Menotti, si no alcanzamos un alto nivel de jerarquía, simplemente seguiremos con unas de cal y otras de arena.

SOY EL MISMO, PERO DIFERENTE
Desde el pasado 5 de enero a la fecha, pasaron 11 días sin dar mayores pistas para que el nuevo directorio de la Federación Peruana de Fútbol, presidido por Edwin Oviedo, entrase en acción en una competencia internacional como es el Sudamericano Sub 20 de Uruguay, clasificatorio al Mundial de Nueva Zelanda Sub 20, 2015; Panamericanos de Toronto 2015 y a los Juegos Olímpicos de Rio, 2016.
Un auspicioso 2-0 sobre Ecuador deja un efecto de esperanza de que esta nueva generación, sin bombos ni platillos, de pronto pueda cambiar el rumbo de los sinsabores y amarguras en nuestro fútbol que, hasta hoy son el común denominador.
Pero en este nuevo sueño ¿tendrá algo o mucho que ver el cambio de timón en la conducción de los destinos del balompié nacional? Es muy temprano aventurar una respuesta. Sobre todo si en honor a la verdad, este contingente ya estaba en elaboración desde el anterior directorio de la FPF.
Lo edificante y diferente que hemos visto en el comportamiento de los dirigidos por Víctor Rivera es que estos muchachos jugaron con entrega, pundonor y solidaridad de equipo, de principio a fin. Es una cualidad que desde hace mucho tiempo andaba ausente en nuestros seleccionados.
No vamos a ingresar al trillado análisis físico, técnico y táctico, porque el principal soporte de este conjunto fue observar su cohesión para sudar la camiseta, dejando la última gota de sudor en el terreno de juego.
Por supuesto que este equipo tiene lo suyo y bien al estilo peruano para jugar al fútbol. Pero por encima de todo se mostró diferente al de otras selecciones, sobre todo de mayores. Ojala que lo hecho frente a Ecuador, no sea una quimera. Que se repita como una constante, en los siguientes partidos de este Sudamericano Sub 20.
Y que el nuevo directorio de la FPF, también camine en sus acciones al estilo exhibido por esta legión de futbolistas en su debut y que, en una de esas pudo hasta haber sido pedido y planteado por la directiva de Edwin Oviedo. Ojala así fuera. Y que el fútbol peruano deje de ser como ir a los toros y empiece a cambiar de raíces, ganando poco a poco, jerarquía a todo nivel. ¿Será mucho exigir? No lo creemos. Si pretendemos cambiar hay que trabajar, trazando metas ambiciosas.   

LA MISMA CANTALETA
El fútbol peruano tendrá una nueva prueba de suficiencia y/o sufrimiento deportivo desde el 14 de junio del 2015, en su debut de la Copa América de Chile, enfrentando a Brasil, en Temuco.
En el grupo C, y junto a Venezuela y Colombia, ambos también serán los siguientes rivales del seleccionado nacional  con quienes se medirá el 18 del mismo mes en Valparaíso y 21 en Temuco, en pos de clasificar.
En la anterior cita del 2011 en Argentina, la bicolor al final del torneo se ubicó en el tercer casillero que de nada le sirvió a la hora de las eliminatorias al Mundial 2014.
Ahora las preguntas y cálculos que se hacen los especialistas del fútbol local es si en la Copa América de Chile, las posibilidades para clasificar a la siguiente etapa, existen o no; y, en donde por reglamento clasifican a cuartos de final los dos primeros de cada grupo, más los dos mejores teceros.
Así las cosas y según el cristal con el que se mira al fútbol en nuestro medio, otra vez se repetirá aquello de “la misma cantaleta” que se resume en las siguientes expresiones: “Estoy herido pero no muerto, me reclinaré y sangraré un poco, me levantaré y lucharé de nuevo”.
Sin embargo antes de adelantar algún juicio, lo primero sería saber hacia dónde se perfilará la ruta del fútbol peruano. Y lo primero en conocer si el actual directorio de la FPF con Manuel Burga a la cabeza, continuará al frente de los destinos de esta disciplina o si habría nueva directiva; y, en todo caso, de allí en adelante calcular lo que aparecería en el plano deportivo.
Pero, ¿valdrá la pena hacerlo? ¿La realidad de la política del fútbol peruano será capaz de cambiar para bien de la noche a la mañana?
Lo cierto es que así como se refrescarán dichos como “el fútbol da revanchas”, yo prefiero glosar aquello de la tauromaquia aplicado al fútbol en lo de: “el fútbol peruano es como ir a los toros, nunca sabrás lo que va a pasar”.  

QUE NO SEA OTRO ESPEJISMO
Para ganar en el fútbol hay que saber acoplar al equipo para alcanzar la mejor idea colectiva. Solo así se podrá tener la mejor opción para alcanzar el éxito. Así pasó anoche en el triunfo amistoso del equipo peruano frente a Paraguay, 2-1, en la aún zigzagueante conducción técnica del técnico del seleccionado nacional, el uruguayo Pablo Bengochea.
Una cosa fue ver el tortuoso comportamiento del cuadro local en el primer tiempo, con un desarrollo intrascendente con pases errados, y fundamentalmente sin cohesión alguna. Y ante eso, Paraguay se creció y se comportó como una escuadra ordenada y superior, logrando ponerse adelante en el marcador.
En la parte final, los guaranís optaron por retrasar sus líneas para mantener la solitaria ventaja, especulando con esporádicos contra ataques. Paolo Guerrero, la aparente mejor carta en el equipo local, se mostraba peleado consigo mismo, hasta que se ganó, una vez más, la tarjeta roja y dejó perdiendo a Perú, y ya iban 66 minutos de la parte final.
Cuando parecía que podía llegar la noche a la bicolor, con uno menos en la cancha, las figuras de Yordy Reyna, Benavente y Carrillo que ingresaron en el segundo acto empezaron a crecer. Los ingresos de Ascues y Atoche seis minutos después de la expulsión de Guerrero le dieron profundidad y penetración al cuadro peruano.
Así llegaron los goles de Ascues a los 73 y 81, volteando un partido que se veía muy complicado. Aunque parezca paradójico todo mejoró, primero, con la expulsión de Guerrero y luego con la salida de Ramírez. Esta vez, la sangre joven que terminó de titulares en la cancha, lo hicieron mejor que los consagrados.
De repente Pablo Bengochea encontró anoche la mejor alternativa para darse cuenta que los glorificados no son intocables y si se puede moldear a una nueva selección, con caras nuevas y más ganas y hambre de triunfo. El tiempo lo dirá. Ojala lo de ayer no sea un espejismo como se han dado muchos otros.

 

PARECIDOS Y COINCIDENCIAS

Cuando se afirma que las “comparaciones son odiosas” (porque dicen no conviene comparar personas o cosas entre sí, para evitar que alguna se sienta menospreciada o porque cada una tiene sus propios valores); sin embargo, también está el pensamiento vertical y contrario con aquello de las “comparaciones no son odiosas, ¡abren los ojos y la mente!”.

Entonces, ¿cuál de los dos tiene el mejor asidero? Vayamos por partes y cucharadas.

La caída del “muro de Berlín” que está celebrando su 35 aniversario, tras 28 años de oprobio y que partió a Alemania en dos tras la segunda guerra mundial, recién resanó tal degradación el 9 de noviembre de 1989, como un ejemplo a no permitir nuevos errores de ese tipo.

En el Perú, el gobierno de Alberto Fujimori, calificado como un régimen de facto, cayó tras 10 años de comprobársele una ruma de faltas; sin embargo, fue necesario experimentar muchos años de desvaríos para corregir estos yerros.

En el fútbol peruano y el deporte en general, la verdad, no siempre es relativa, porque en el ocurrir de los hechos, como lo es en el fútbol, lo único ganado en los más de 30 años vividos, es ostentar el rótulo de perdedor a todo nivel. Entonces algo y/o mucho anda mal, porque en el fútbol de competencia quien gana está bien y el que siempre pierde, definitivamente está en quiebra.

Hoy que se anuncia de parte del Fiscal de la Nación abrir una investigación a fondo a Manuel Burga para determinar la presunta existencia de evasión tributaria y lavado de activos entre otras faltas similares, pueden lapidarlo este tipo de delitos, más allá de ser perdedor. Qué pena. Una figura similar al que el gobierno federal americano le hizo al tristemente célebre Al Capone, allá por la década del 30 del siglo pasado, y que al hallarlo culpable por evasión de impuestos lo puso tras las rejas, acabando así su reinado de terror.

 

MÁS ALLÁ DEL FÚTBOL
Las principales noticias en el Perú con titulares de primera se enmarcan en una serie de delitos, conducta infraccional de Derecho penal; es decir, una acción u omisión tipificada y penada por la ley. Y el fútbol que esta de cabeza se camufla en sus vacíos legales. Por si fuera poco el 1-0 anoche frente a Guatemala fue insignificante.
Leer, ver y oír en los medios de comunicación, delitos cometidos por personas individuales o en conjunto con otros, tales como lavado de activos, peculado, tráfico de influencias, defraudación, malversación, conflicto de intereses, derroche, prevaricación, compadrazgo e impunidad, entre otros, es pan caliente.
Todos estos delitos son de comprensión y debida interpretación por los profesionales del derecho, que al tomar conocimiento de tales delitos y otros similares, vemos como vía aplicación de la ley se procede a la detención preventiva a los acusados suspendiéndolos de sus cargos hasta el debido esclarecimiento.
A nuestro juicio, la madre de todas estas violaciones, tiene las raíces más profundas en la corrupción que empieza en el abuso del poder y/o mala conducta.
Debe ser entonces que el mal con discernimiento en toda acción del hombre se inicia cuando cae en las redes de la podredura, sea por voluntad propia o inducido por terceros.
El deporte en todas sus disciplinas, ¿acaso es ajeno a todo lo anterior? Creo que no. De hecho, no. Porque si se trata de establecer el porqué de los males, se empieza por el tema de la corrupción, que sin embargo, a todo lo que ello implica se le trata de escudar bajo otras normas, que terminan por blindar estas faltas, convirtiéndolas en verdaderos males.
Entonces, ¿los indicios de corruptela a todo nivel no es una razón valedera, para que el fútbol, y casi todas las disciplinas estén relegados a lugares de vergüenza, en el plano internacional? De seguro que sí. Y lo peor, es como que si no hubiese ley que valga, nadie hace nada para salvar al deporte nacional. Es una tarea a desarrollar.

EN NUESTRO DIA
Aprender a ser libres es profesar la verdad y decirle no al sometimiento. Solo tener muy claro el camino donde transitarlo, nos llevará a buen puerto.
El periodista tiene como misión básica ser el portavoz de la verdad, educación y cultura por encima de la frivolidad con el que hoy se empaquetan muchos medios informativos.
Ser tremendista en la información no significa caer en el vicio del sensacionalismo ni en la ligereza de la información con el propósito de lograr fines mezquinos.
La verdad tampoco significa ser inequívocos con lo que se esgrime. De seguro es mostrar la mejor propuesta o alternativa, luego de un profundo análisis y reflexión.
Una noticia cual fruto del ser humano puede tener sus vacíos. Pero en la medida que se le corrija y enmiende los errores cometidos, se irá en pos de cimentar la libertad.
El que insista en el error, solo da a conocer la necedad de su alma, por más que disfrace la libertad, en una envoltura de papel regalo, como es común verlo hoy en el periodismo basura.   
La ética, en suma, es la mejor espada a esgrimir cuando se exhibe una verdad como consecuencia del buen uso de la libertad.
En este 1 de Octubre, día del Periodista, mantengamos enhiesta la figura de nuestros mártires de Uchuraccay, enarbolados a la eternidad por un ideal ejemplar y digno de periodismo puro.
Por tanto, propongo una mirada al infinito y un brindis con una copa de buen pisco: Que la verdad supere a la falsedad, y el bien al mal, ¡Salud!

CAMBIAR O MORIR
El fútbol peruano urge un cambio de raíces si pretende levantar cabeza en un futuro mediato. Y para que esto suceda son varios los frentes del entorno directo e indirecto a tomar parte en esta inexcusable misión. A nuestro juicio, los principales: el estado, los timoneles del fútbol peruano y los medios de comunicación. 
Si en la Roma Imperial sus gobernantes instauraron grandes espectáculos a fin de gobernar para sus propósitos, tales como: combates de gladiadores, carreras de cuadrigas y luchas de fieras para distraer al pueblo, tales imágenes parecieran un calco trasladados al fútbol en nuestro medio.
Hemos asistido a dieciocho fechas cuyo inicio hace dos años atrás, fue la noche del 7 de octubre del 2011. Y de un comienzo feliz, prometedor, y de ensueño: 2-0 a Paraguay; el 15 de octubre del 2013, acabó la pesadilla de un martirio frente a Bolivia, jugando sin público y con magro 1-1.
Hoy que ya acabó todo este calvario para la afición, y el país en general, estamos asistiendo a la siembra de una nueva intención de repetir el plato para las siguientes eliminatorias al Mundial de Rusia 2018, aunque con distinto maquillaje.
Los nombres de tal o cual entrenador, más joven y mejor actualizado que Sergio Markarián, y de preferencia del exterior, antes que un nacional, es la idea que ya circula para dorar la píldora que se trata de presentar como remedio; y, logrado tal propósito, montar un nuevo andamiaje.
Ya se habla de los nuevos rostros que deberán estar en lugar de los que acaban de culminar la triste campaña al Mundial de Brasil. Como si eso fuera todo. Así de simple y fácil se encara el futuro de nuestro sufrido y maltratado balompié. Hacerlo será sustituir moco por baba.
Aquí nos oponemos a la vuelta de página, como si nada malo hubiera pasado. La cantaleta de que a la FPF no se le puede tocar so pena de intervención y sanción de la FIFA a nuestro fútbol no tiene por qué maniatarnos más. Hay que cortar la farsa y colocar cimientos válidos, para erradicar la presencia sombría que hoy identifica al fútbol peruano. (15/10/2013).

POR LA PUERTA FALSA
En todo tipo de compromiso cuando se firma un contrato, son dos los contextos básicos a convenir: primero, la condición de trabajo, y; segundo, la condición económica. El fútbol no es la excepción, es algo similar, sobre todo cuando se contrata a un entrenador de élite.
Cuando Sergio Markarián asumió la dirección técnica del seleccionado nacional a mediados del 2010 recordamos que no lo hizo con la firmeza de quien apuesta hasta la camisa para conquistar el triunfo y la gloria, pese a que en lo salarial si había asegurado lo mejor para sí.
Las primeras frases dirigidas a los medios de comunicación fue el pedir paciencia al frente de su gestión porque iba a trabajar con un fútbol que a nivel internacional andaba en los últimos lugares. Está demás decirlo que, todos los peruanos querían ver y escuchar a un técnico que pudiese clasificar al equipo nacional al Mundial de Brasil y que para alcanzar tal propósito fuera más convincente al momento de exponer sus ideas.
Poco más adelante, cuando se conocieron los grupos para la Copa América 2011. Lo primero que dijo fue: “Enfrentar a Uruguay es un dolor de cabeza para mí”. “¡Miren cómo es el destino! Yo no dirigía selecciones porque no quería enfrentar a Uruguay y mi primer partido oficial es Uruguay”. 
En nuestra columna del 12/11/2010, expresamos que si él ya sabía que esa sensación siempre vive en su alma y corazón, debió haberlo erradicado del todo al momento de aceptar la conducción de los destinos del seleccionado patrio. Por eso, su dolor de cabeza, por ahora nos deja muy preocupados
En la Copa América pudo armar un equipo haciendo de tripas corazón. Prácticamente jugó con un equipo inédito, a diferencia de anteriores equipos, alcanzando un merecido tercer puesto.
No obstante, tras sufrir el primer revés en este torneo frente a Chile, se salió del cuadro cuando perdió la compostura al ser calificado como ratonero por su colega Claudio Borghi, en clara alusión a ser un técnico defensivo.
Tal epíteto lo afectó de tal manera que a partir de entonces siempre quiso salir a plantear un fútbol de ataque, cuando en más de una vez no estaba en condición de hacerlo. Sobre todo en los partidos de las eliminatorias, donde nadie regala nada y Markarián cometió errores de apreciación y aplicación táctica que le costó puntos valiosos, en suma los que podían llevar a mejor puerto a nuestro equipo.
En fin, ya todo acabó para el fútbol peruano en su vana intención de clasificar al Mundial de Brasil. Y Sergio Markarián que ingresó a nuestra selección por la puerta grande, al final  se va por la puerta falsa, como perdedor en lo deportivo, pero con buenos dividendos que si supo asegurar. Así es el fútbol en el Perú, qué les parece.

DEL SUEÑO A LA PESADILLA

Del sueño mundialista se pasó una vez más a la pesadilla que acompaña al fútbol peruano desde hace 31 años de ausencias en la máxima cita de los mejores del planeta. La derrota frente a Uruguay, 2-1, así lo sentencia: chau Mundial de Brasil 2014. Porque para nosotros así existan los números de por medio y las posibilidades de que si este pierde y el otro gana… entonces todavía podemos, la pura verdad es que nuestro fútbol ya fue.

Lo único que nos aguarda de aquí al final de estas eliminatorias, frente a Venezuela y Argentina en calidad de visitantes y finalmente con Bolivia en Lima, serán una suerte de pesadilla en el intento por despertar a una realidad menos frustrante y espinosa del que ya nos encontramos. Ojalá podamos levantar la mirada y buscar mejores resultados para mitigar estas horas aciagas.

Las preguntas de ¿por qué no podemos? ¿Qué es lo que pasa? ¿Cuál es la verdad en todo esto?, y muchas tantas otras, más allá de una reflexión obligan a señalar que el nivel del fútbol profesional peruano a nivel local es un lastre desde hace mucho tiempo.

Basta con ver el comportamiento de nuestros mejores créditos, año a año, en cuanto torneo internacional le toca participar, sea Copa Libertadores o la Copa Sudamericana, donde los peruanos se presentan como convidados de piedra, terminando goleados y humillados.

Y si así están los mejores exponentes a nivel profesional, es fácil concluir que los equipos de la segunda división y del torneo de Copa Perú, están peor.

La principal razón en todo este mal que hace mucho tiempo tocó fondo, cual piedra tirada a un abismo, es que las cabezas (léase dirigencias), nada hacen por encontrar la salida al bien y por el contrario solo se preocupan por sus propios intereses, muchas veces de trampolín para llegar a otros cargos políticos, donde más de uno arribó al Congreso de la República, donde acabaron sin pena ni gloria.

Todos los males del fútbol peruano nacen desde quienes asumen la responsabilidad de dirigirlos. En la FPF es su presidente y directiva. Igual sucede en la ADFP.

La Federación Peruana de Fútbol supuso que contratando a un técnico con un plus superior a los del medio y de reconocimiento internacional era más que suficiente, se equivocaron groseramente porque ni así hubiesen contratado al verdadero Mandrake de las tiras cómicas (y ojo que el principal apelativo de Markarian es Mago), de seguro tampoco hubiera podido, porque una cosa es realidad y otra muy diferente es la ficción.

Podría ser que los responsables quienes manejan y dirigen al fútbol peruano desde las más altas esferas, quieran disfrazarlo todo bajo un halo de ficción, porque para que el fútbol profesional peruano tenga éxito debe manejarse como lo hacen las verdaderas empresas donde la institucionalidad es lo primero, lo único. Y en nuestro medio es perceptible que todo eso se perdió, y lo único que se busca es el lucro y beneficio particular. Y si esto no cambia, seguiremos ausentes de todo, donde el único soporte serán solo fantasías. Qué pena.

TORMENTO SIN FIN
Una vez más, cual calco a anteriores fechas, el seleccionado nacional ayer 11 de junio en Barranquilla resignó un nuevo y peligroso revés frente al dueño de casa, Colombia, por un claro 2-0, resultado que consolida a los cafeteros como firmes candidatos de clasificar al Mundial 2014 y, en cambio, al elenco bicolor lo deja al borde de la eliminación.
Las variantes diseñadas por Sergio Markarián, alineando a Luis Advíncula y Josepmir Ballón en el medio campo, seguramente tuvo el propósito de otorgarle un mejor soporte de contención frente a la rapidez de desplazamiento de los colombianos. Sin embargo esta idea táctica no tuvo la cohesión necesaria con sus compañeros de línea (Retamoso y Vargas), ni tampoco con los dos de ataque, ni los cuatro de defensa.
A partir de entonces los norteños empezaron a capitalizar estas desconexiones, como que el primer gol vía penal efectivizado por Falcao, llegó como consecuencia de una desafortunada acción en el medio sector con Retamoso, obligando a Yotún cometer la falta.
Las apuradas correcciones de Sergio Markarián haciendo ingresar a Jefferson Farfán con André Carrillo en lugar de Herrera y Yotún, mejoraron el desarrollo ofensivo, inquietando el pórtico de Ospína. Parecía que ambas escuadras se irían al descanso con el 1-0, pero un nuevo desajuste en el medio campo, desencadenó en una falla de marca de Advíncula sobre Armero que centró cómodo, para que Gutiérrez gane la posición a Juan Vargas y anote el 2-0 a segundos de finalizar el primer tiempo.
En la parte final, como para completar los yerros e infortunios, Carlos Zambrano se ganó la tarjeta roja, al cometer una falta innecesaria a Falcao, dejando en inferioridad numérica a su equipo y por ende facilitar el desempeño de los colochos.
Una pena, al mismo tiempo un tormento sin fin, la suerte de vivencia futbolística que viene atravesando este seleccionado que, por momentos deslumbra y de pronto ingresa a unos terribles vacíos, tanto en lo individual como en lo colectivo.
En Barranquilla el equipo peruano no fue ni la sombra del equipo que se impuso a gran nivel a Ecuador. Si bien en Lima no se sintió la ausencia de Rinaldo Cruzado, frente a los colombianos no solo se le extrañó a él sino al propio Luis “Cachito” Ramírez, inhabilitado por acumulación de tarjetas amarillas.
A cuatro fechas para el término de las eliminatorias sudamericanas, al equipo peruano la única posibilidad que le queda es, en primer término, ganar a sus dos inmediatos rivales: Uruguay en Lima el próximo 6 de setiembre; y, luego, el 10 a Venezuela en su terruño. No hay otra.
Y si se dan esos resultados, necesariamente habrá necesidad de sumar frente a Argentina en Buenos Aires el 11 de octubre y contra Bolivia el Lima el 15 del mismo mes.

LA FE MUEVE MONTAÑAS
Fe y frenesí. Delirio total. Pareciera que se hubiese asegurado el pasaporte al Mundial 2014. Nada de eso. En buena lid se le ganó a Ecuador. Pero el motivo para celebrar es más que suficiente. Se ha recuperado la fe y confianza. Aunque esto sea válido por una horas teniendo en cuenta el nuevo choque que se avecina contra Colombia el próximo 11, en Barranquilla.
Por lo visto, pareciera que los dirigidos por Sergio Markarián empiezan a convencerse de que el balompié peruano posee una fuerza y talento que, bien formados dentro de una unidad de equipo es más que suficiente para medirse de igual a igual con el más pintado. Y no solo eso. Ser capaces de imponer condiciones como sucedió frente a los norteños.
Ayer el equipo blanquirojo mostró tres facetas de desarrollo a lo largo del partido. En primer término tuvo un inicio fulgurante en ataque que le sirvió para que Claudio Pizarro se reencontrara con el gol, a la postre el del triunfo. Luego apareció una segunda fase de intermitencias en el juego y que permitieron una peligrosa reacción de los ecuatorianos.
Menos mal que en el entretiempo el comando técnico de Sergio Markarián aplicó los correctivos del caso, repotenciando un trabajo táctico de equilibrio defensivo más certero en el medio campo y que resultó fundamental para neutralizar los arrestos del rival.
Si bien el cuadro nacional lució una fuerza de conjunto como su mejor argumento para conquistar el triunfo, tuvo hombres claves en el rendimiento individual en favor del conjunto, correspondiendo del once que inició las acciones tener como ejes protagónicos a Claudio Pizarro, Edwin Retamozo y Raúl Fernández.
Luego siguieron en orden de méritos Farfán, Yotún, Guerrero, Zambrano, Ramírez, Rodríguez y Herrera. Vargas fue a nuestro criterio el de más bajo rendimiento. Los ingresos postreros de Ampuero, Ramos y Advíncula, tuvieron poco tiempo en el terreno de juego.
Pero a la par de la desbordante alegría por el triunfo peruano frente a Ecuador, también resulta inevitable experimentar una desazón por los puntos dejados en el camino y que ahora pende cual espada de Damocles, en la puja por llegar al Mundial Brasil 2014. El justo y merecido 1-0 sobre Ecuador el 7 de junio en el estadio Nacional que no quede solo como un grato momento. Que trascienda a la anécdota. Que sirva para marcar esta fecha como el real reinicio al despertar de un nuevo reencuentro con lo mejor de nuestro fútbol.

EL FUTURO ES EL PRESENTE
El futuro es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea, es una frase que pertenece al célebre profesor, literato y locutor británico Clive Staples Lewis.
Por tanto, el fútbol de competencia es un aprendizaje permanente que pone al futbolista a rendir un examen riguroso cada vez que entra al campo de juego. En cambio las proyecciones para un futuro sin competencia real, no tienen un sustento verdadero.
El fútbol como la vida misma es el día a día. Cuando se alista un equipo para un torneo se pone en marcha todo un plan de acción que empieza con la pretemporada de rigor, para finalmente llegar a la gran temporada que no es otra cosa que la competencia en sí.
Lo dicho por Sergio Markarián en torno al equipo que alineó frente a México el 18 de abril: “Hay que tomarlo como un partido más de un proceso que marcha muy bien y que nos va a dejar, un universo mucho más amplio del que teníamos para cuando empecemos un proceso nuevo”, apunta a una proyección distinta a la del equipo que está en plena competencia en las eliminatorias al Mundial Brasil 2014.
Somos creyentes que cuando un equipo de fútbol se encuentra disputando un torneo de clasificación en alta competencia, como son las eliminatorias a Brasil 2014, el futuro es el presente. No hay otra. Vale decir que todas las energías del comando técnico deberán estar puestas en ese objetivo y no en otro que, por si fuera poco, ni siquiera existe.
En más de una ocasión hemos dicho que cuando la FPF contrató los servicios de Sergio Markarián, fue para que se hiciera cargo de la selección nacional adulta y con el propósito de ganar el pasaporte al Mundial de Fútbol del 2014, iniciando su gestión para tal misión con la participación de la escuadra bicolor en la Copa América 2011.
Además el propio seleccionador ha repetido en más de una ocasión que solo se quedaría en nuestro medio al término de las eliminatorias si es que lograse clasificar al Mundial.
También es cierto que el actual seleccionado de fútbol la tiene bastante difícil el coronar la meta de ganar el pasaporte al Mundial de Brasil. Y aunque las posibilidades son remotas, todavía hay vida. Y en tal sentido no hay que bajar la guardia, ni tampoco llorar sobre la leche derramada.
Es bueno y edificante dar oportunidades a la nueva savia en partidos amistosos internacionales como lo ha sido enfrentar a México. Pero no compartimos la idea de que ya formen parte para el proceso al Mundial de Rusia del 2018.
Si la prueba de suficiencia a la que Markarian sometió a este contingente ha sido satisfactoria, en hora buena. Porque si los mejores mantienen ese buen nivel ya tienen la opción de alternar en el actual equipo en plena competencia premundialista y no hablar del Mundial de Rusia, cuando ni siquiera empezó el de Brasil 2014. Así de simple.

 

GRANDE CLAUDIO
Con Claudio Pizarro Bosio se demuestra cual verdad axiomática que en el competitivo fútbol alemán, al igual que el buen vino, mientras más añejo es mucho mejor. En la última fecha con las sedas del Bayern Munich frente al Hamburgo en el torneo de la Bundesliga, así lo ha rubricado dándose el lujo de convertir cuatro goles en el triunfo global 9-2.
Frente a Chile en la última fecha por las eliminatorias al Mundial de Brasil 2014 jugó a gran nivel. No anotó pero trabajó para el equipo en todo el frente de ataque como lo hace un peón de oro (denominación que adquiere esta pieza en el ajedrez, cuando colocándose en la sexta o sétima línea, su valor es letal para coronar el ansiado triunfo).
Para nosotros, Pizarro juega al fútbol con esa característica cada vez que se enfunda la casaquilla nacional. En otras palabras, multiplica funciones, se pone el overol del obrero y por esa razón no se le ve tan eficaz en la conversión de goles como si lo hace en el fútbol teutón, donde revisando la lista de quienes conforman el Bayern son luminarias de primer orden.
No se crea que en este alargue de éxitos de Claudio Pizarro queramos subirnos al coche como suelen hacerlo muchos. No. Menos mal que en esta misma columna, en más de una oportunidad nos hemos ocupado del ya legendario Bombardero de los Andes, sobre todo, cuando las críticas de los sabiondos de nuestro medio trataban de lapidarlo.
Menos mal que lo escrito en Goles y Apuntes figura aquí mismo y con fechas. Están las columnas del 26 de octubre del 2010 y la del 28/10/2010 donde nos referimos a Pizarro y a los hombres gol en la historia del balompié nacional.
Poco más adelante, el 31/10/2010, el propio Pizarro desde Alemania le declaró a El Comercio que no hace tantos goles con la selección porque depende del juego colectivo. Y a nuestro juicio, lo dicho por él es una gran verdad. El fútbol ha sido y será siempre que jueguen once en el equipo: la expresión de una fuerza de conjunto. Dicho en otras palabras, un jugador genial será capaz de ganar un partido, pero solo un equipo ganará una liga o campeonato.
Y ojo, amalgamar un equipo no es cosa de juntar a los mejores once futbolistas y soltarlos a la cancha con la frase aquella de: jueguen como saben. En esa tarea la principal responsabilidad recae en el técnico de turno. Y luego al momento de disputar el partido, en cada uno de sus dirigidos buscando siempre de expresar una sola unidad, dejando a un lado la soberbia e innecesario individualismo.
Un claro ejemplo de lo que aquí decimos está graficado en cada uno de los goles de Claudio Pizarro en el triunfo del Bayern frente al Hamburgo. ¡Qué sigan los éxitos Claudio!

COMO EL AVE FENIX
Qué triunfo para sufrido. 1-0 a Chile. Apretando los dientes. Dejando el alma en la cancha. Es que no había otra. Era ganar o morir. La lectura antes del partido frente a los chilenos no se veía nada fácil. Lucía complicado. Lesiones de última hora alteraban una y otra vez los planes del técnico Sergio Markarián quien también se jugaba al todo o nada.
Los mapochinos llegaron seguros de sí. El triunfo en el partido de ida les daba ese aval. Y así lo respiraban sus parciales apostados en buen número en las dos tribunas principales. Luego de superar dos embates del cuadro nacional, pasaron a mostrarse como un once con clara opción a inclinar la balanza a su favor.
Fue entonces cuando esgrimieron a la velocidad de sus desplazamientos como su mejor arma. En más de una ocasión se pusieron a tiro de gol provocando zozobra en la zona defensiva de la bicolor. A ello se sumaba la imprecisión para el manejo y servicio del balón sea a pase largo, mediano o corto.
Así transcurrió el primer tiempo, con más errores que aciertos para la escuadra nacional. Todo quedaba librado a lo que podría replantearse para buscar el éxito en la parte final.
Fue en vestuarios donde los dirigidos por Sergio Markarián modificaron su accionar, ajustando al máximo el funcionamiento del mediocampo en un propósito de ataque permanente. El ingreso de Mariño por Lobatón cumplió su cometido.
Los sureños de pronto se vieron maniatados y sus intenciones de asegurar el resultado se desvaneció como se va el agua de las manos.
Como el ave Fénix, el juego del equipo de casa controló a su rival. El ataque se convirtió en su mejor defensa. La salida de los laterales, sobre todo por el lado de Yotún le dio más oxígeno al ataque donde Jefferson Farfán se consolidó como el mejor de la cancha.
Los de casa, uno a uno fueron creciendo y afianzándose como una sola fuerza. El propio arquero Raúl Fernández tuvo intervenciones de mucho mérito, devolviendo la confianza en sus compañeros. Jhoel Herrera, se convirtió en un bastión en su sector y anuló todo intento Mapocho.
Cruzado y Ramírez se entonaron y ayudaron a que Hurtado y Pizarro tuviesen acciones más eficaces anunciando peligro de gol.
Sin embargo los chilenos no estaban dispuestos a darse por vencidos, y cada bola la disputaban como si fuera la última, más aún con los cambios que hicieron. No obstante para los intereses de Perú el ingreso de Yordy Reyna otorgó velocidad y profundidad al ataque local. Y su incorporación ayudó a encontrar el ansiado gol vía Jefferson Farfán, tras notable jugada previa de Yotún a contados minutos del pitazo final. Sufrido, pero merecido triunfo. No se ha ganado nada aún. Pero eso sí, se renueva la esperanza de que el equipo patrio sabe corregir errores dentro de un partido, para salir victorioso. Ojalá continúen por ese camino.

 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 
 
 
Gol de "Cachito". Cubillas va al abrazo. Esa tarde Perú se bañó de gloria.
 
Carrillo jugó un gran partido y fue autor del primer gol peruano.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Guerrero marcado y todo fue un peligro para los chilenos..
 
Guerrero fue el verdugo de Bolivia.
 
 
 
 
 
 
 
 
Perú pasó a cuartos de final .
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pizarro con su gol salvó a la bicolor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Neymar llevó al triunfo a Brasil.
 
 
 
 
 
 
Guerrero no encontró el camino del gol .
 
 
 
 
 
 
Comando técnico con Ricardo Gareca a la cabeza. Están Honores y Solano.
 
 
 
 
Sotil vs. Zape. Al final ganó el peruano. Hizo el 1-0 y Perú campeón del 75.
 
 
 
Gareca desborda optimismo o nos quiere vender un espejismo.
 
 
 
 
 
 
Gareca con la chompa de la selección Nacional. Lo flanquean Oblitas y Oviedo.
 
 
 
 
Manuel Paz y Raúl Sagástegui en el hotel Crillón de Caracas en 1975.
 
 
 
 
 
Estadio de Temuco donde debuta Perú.
 
Víctor Rivera DT de Perú.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Brasil goleó 5-0 a Perú.
 
 
Colombia ganó 3-1 a Perú.
 
 
 
 
 
 
Uruguay ganó 3-1 a Perú.
 
 
 
Argentina volvió a ganar. Esta vez 2-0.
 
Da Silva, autor del único gol.
 
 
La Sub 20 de Perú fue un desastre.
 
 
 
La Sub 20 de Perú arrancó bien.
 
Ahora la Copa América de Chile 2015 .
 
 
Ascues se ha convertido en la mejor carta de Perú. Hizo los dos goles.
 
 
Ascues fue el mejor valor de Perú y anotó un buen gol.
 
 
 
Nada que hacer el fútbol peruano es víctima de sus propios errores .
Lobatón no pudo jugar al ritmo de los venecos.
 
 
Guerrero en el piso. El goleador fue neutralizado.
Falcao saca el remate de los doce pasos. Fernández casi ataja.
 
Claudio Pizarro agradece a Dios. Sus compañeros corren a abrazarlo.
 
 

 

Sergio Markarian.
 
Gol de taquito de Pizarro al Hamburgo. El tercero de su cuenta de cuatro goles.
 
 
Jefferson Farfán anotó y fue el mejor de la cancha. Opacó a Alexis Sánchez.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
.