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AQUÍ ESTAMOS
El fútbol, pasión de multitudes, se ha convertido para todos los peruanos con su presencia en el Mundial de Rusia, en la gran prueba para calificar al ingreso de una etapa superior que permita encauzar a nuestro sufrido país con la anhelada superación a todo nivel.
El Perú necesita de una arremetida distinta que le posibilite alcanzar nuevas y mejores metas. En lo social, político y económico. Y son estos muchachos, hoy en Rusia, los elegidos por el pueblo. Hay fe y esperanza en cada uno de ellos. Son como el último as bajo la manga.
Esa es la imagen que veo y que trasunta el seleccionado nacional. Este equipo lleva consigo –qué duda cabe-, la esperanza de 36 millones de peruanos que, por fin, queremos vernos en un espejo limpio, ganador.
Ya en los partidos previos de preparación al debut del 16 frente a Dinamarca, el equipo nacional ha demostrado ir de menos a más. Con su juego se han ganado el respaldo y reconocimiento de que están para más.
Por supuesto, no son invencibles, porque nadie lo es. Pero si les vemos un espíritu indeclinable de no bajar los brazos ante las situaciones más adversas. Hasta hoy es lo más gratificante en su juego. Y que sigan así. Qué sigan así.
Hay un juego basado en un fútbol colectivo donde se gira en la unidad. Se ha entendido que la unión hace la fuerza. Que lo colectivo logra lo mejor de la individualidad, en favor del conjunto. Todos luchan por igual. Sea en ataque o en defensa. Y lo mejor, se ha rescatado el estilo del fútbol peruano, fortalecido dentro un adecuado sistema de juego.
Para nosotros esa es la verdad. Es la nueva hora nacional. Porque si todavía hay quienes creen en las promesas o acciones de quienes conducen los destinos del país, de seguro sobran los dedos de una mano.
La política y los políticos nacionales hoy no cuentan. El fútbol les ha tapado la boca. Hasta los vemos calzar la camiseta rojiblanca, porque sienten la necesidad de apostar en los que ahora se empinan como los verdaderos gladiadores del Perú.
Todos los peruanos hoy hemos optado por cerrar los puños. Por hacer fuerzas. Por transmitirles a los dirigidos por Ricardo Gareca nuestras mejores vibras. Porque no todo está perdido. Y que los capitaneados por Paolo Guerrero, son los paladines de la verdad y justicia.
Hay un grito contenido que quiere cantarle a los cuatro vientos: Aquí estamos. Somos Perú. Sí. Queremos ser vistos y escuchados. Queremos hacer historia. Como ayer, en el inicio de todo. Porque procedemos de una raza milenaria, con una rica cultura inca, admirada y respetada. Sí. Y queremos contárselos a través del fútbol. Aquí estamos.