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El antifútbol en todas sus formas debe acabar. A poner mano dura en el Mundial de Rusia.    
CASTIGO AL ANTIFÚTBOL
"El fútbol te enseña la cara más dulce a veces y la más amarga otras. Ante todo somos compañeros. Pronta recuperación, Salah. El futuro te espera", publicó orondo Ramos en su cuenta oficial de twitter, tras la final de la Champions entre Real Madrid y Liverpool.
Que quiso lesionar a Mohamed Salah o no, solo lo sabe el español Sergio Ramos. Pero todos vimos una falta grave. Lo trabó y enganchó del brazo y provocó la seria lesión al crack egipcio.
Al gran Salah casi le fractura el brazo. Abandonó el campo, con lágrimas de impotencia y rabia. No pudo continuar. Lo peor, corre el peligro de quedar fuera del Mundial.
En el antifútbol, lo ilícito, merece una severa sanción. Pero a Ramos ni llamada de atención, ni tarjeta amarilla. No le pasó nada.
Lo de Ramos me trae al recuerdo faltas arteras como la del alemán Tony Schumacher al francés Battiston en el Mundial de 1982, con fractura de vértebra y pérdida de tres piezas dentales. La de los portugueses Coluna y Morais que molieron a patadas y lesionaron a Pele en el Mundial de 1966. A esos infractores no les pasó nada. A lo largo de la historia hay muchas. Ya es hora de acabar con la maldad en el fútbol. Ojala se tome nota para el Mundial de Rusia.
En las dos primeras fotos, Salah trabado y enganchado por Ramos. Luego su impotencia al no poder continuar. Después vemos a Pelé lesionado en el Mundial de Inglaterra '66. Finalmente el artero foul de Schumacher a Battiston en el Mundial España '82.